Radomos

El mantenimiento de los radomos es fundamental para garantizar el correcto funcionamiento de los sistemas de telecomunicaciones y radares. Los radomos protegen los equipos sensibles frente a condiciones climáticas adversas, polvo, humedad y otros factores que pueden afectar la transmisión de señales. Un mantenimiento adecuado asegura que la estructura del radomo esté libre de daños, como grietas o deformaciones, que puedan interferir en el desempeño de los sistemas y la precisión de las señales.

El mantenimiento periódico previene la acumulación de suciedad, corrosión u otros contaminantes que podrían debilitar la eficiencia del equipo. Esto no solo prolonga la vida útil de los sistemas que albergan, sino que también garantiza una transmisión confiable y continua de datos, cumpliendo con los estándares de calidad requeridos. Al asegurar la integridad de los radomos, se optimiza la inversión tecnológica y se minimizan los riesgos de fallos en operaciones críticas.

  • Mantenimiento preventivo y correctivo
  • Reparación
  • Inspección